Como una caja de bombones

Cuando una persona se lanza a destapar o abrir una caja envuelta con el mejor papel de regalo, descubre un sinfín de sorpresas bajo ese cartón en forma de rectángulo o cuadrado. No importa la edad que se tenga, siempre se recibe con expectación, sonrisa traviesa y un poco de intriga. Mientras, la persona que ha entregado esa caja queda en un segundo plano, en frente, detrás o al lado, mirando con ilusión la reacción de su regalada.

La misma expectación en dos personas diferentes. Es lo que ocurre también en el día a día. Hubo hace años un anuncio de un coche en el que se regalaban 1440 euros que en realidad al final eran minutos (lo que viene siendo un día). Hablaba de la importancia de gestionarlos bien. Quizás eso es lo que cada uno espera saber hacer con su caja diaria, la que todos miramos con gran expectación. Eso es también lo que unos padres primerizos esperan saber dar a su recién nacido, 1440 minutos llenos de gratas sorpresas, de momentos importantes, de alegrías compartidas, de palabras enriquecedoras, de experiencias vitales, de amor verdadero. Y en el mismo nivel se encontrarían los que estrenan estado: hermanos, tíos, abuelos, bisabuelos; casados, viudos…

Todos ellos con los mismos minutos por llenar con lo que quieran según sus estrenadas circunstancias. Quizás es lo que una persona con trabajo o responsabilidades nuevas espera saber gestionar, 1440 minutos llenos de decisiones firmes y/o arriesgadas, de comentarios coherentes, de detalles amables, de tareas bien hechas. Hablamos también de jefes, directivos; empleados con nuevos cargos… Cada uno con 1440 minutos por llenar con lo que espera y necesita una empresa, una Institución, un pueblo o una nación.

Y es lo que un estudiante espera saber aprovechar en su continua vida académica, 1440 minutos llenos de triunfos trabajados, derrotas constructivas, esfuerzos satisfactorios, ritmos estresantes pero necesarios, responsabilidades cada vez más importantes… Selectivo, una carrera, un máster o unas oposiciones llenan cada uno de los 1440 minutos dispuestos para en un futuro hacerse un hueco en la sociedad.