«Oh, blanca Navidad»

Dejemos de lado las caretas y decidámonos a caminar en la Verdad. Sólo así se puede ser fiel.

Cuando se ha conocido aquélla qué importa lo demás. Se nos pide hacerle un hueco en nuestro corazón y un sitio en nuestra alma. Y según nuestros apegos en la tierra sí que importa todo lo demás. Estamos poco seguros del poder de esa Verdad, de su Luz y de su garantía de Vida. De vida en plenitud. Dar un paso al frente, a ese vacío que dicen, es arriesgarse demasiado. ¡Cómo ser fiel así!

Son muchos, sin contar con nosotros mismos, los que nos intentan apartar del Camino. No quieren que nos perdamos por veredas sin sentido, donde hay que confiarse a Alguien que no se ve, no se palpa ni se escucha. Dicen que no se puede creer sin ver, no se puede vivir sin sentir, no se puede seguir sin conocer, que no se puede amar sin querer. Dicen mucho y vemos cómo viven los que lo dicen y, aun comprobar que nada les llena, decidimos quedarnos con esa misma pobre vida. ¡Cómo ser fiel así!

Lo dicen en la radio, en la televisión, en las calles: no hay Vida, no existe la Esperanza, no se vive la Caridad, no se camina con Fe. Y nos unimos a ese coro sin una lucha decidida. Porque puede haber lucha pero ésta no estar bien encaminada (¿hago lo que quiero o lo que como cristiano debo vivir?), ni cimentada (¿dejo a Dios que mueva ficha primero y seguirle?). Hay tantas excusas, tantos planes alternativos, tantas vocecillas sugerentes, tantas debilidades. Creemos que así es la vida, el día a día de todo ser humano; donde no hay una victoria a todo lo que nos tira para abajo. ¡Cómo ser fiel así!

Y luego estamos nosotros mismos. Nuestro peor enemigo. Nos llenamos de historias que no nos llevan a ninguna parte, de pensamientos que nos quitan la paz, de imágenes que nos apartan del Camino. No queremos comprometernos con nada porque creemos que así nos estamos quitando libertad, la emoción de ser nosotros mismos sin ningún tipo de límites y vigilancia, pensando que así es como se vive. Creamos nuestras propias normas y nos saltamos las demás. Nos hacemos con el control de todo perdiendo a la vez el control. Cuando alguien acota nuestros movimientos y dice la verdad de nuestra vida ha puesto el dedo en la llaga; no nos sienta bien. Cuánto orgullo. ¡Cómo ser fiel así!

Es nuestra tendencia al mal la que nos hace comportarnos así. Toda persona tiene el bien inscrito en el alma, tan sólo tiene que dar con él y sacarlo. No todo está perdido ni tan mal como lo pintan. ¡Qué Vida nos espera si nos decidimos a vivirla! Cambia todo sin cambiar nada porque ese cambio está dentro de nosotros mismos; si dejamos esa Luz penetrar nuestra alma y alumbrar nuestro corazón. Es una alegría continua aun lo que acarree vivir porque se conoce el Camino, se ama la Verdad y se anhela la Vida. Alegría interna desbordada en sonrisas, paz interior y gestos que llegan a las personas de tu alrededor y a tu ambiente. ¡Cómo no ser fiel así!

Sólo viene el desánimo cuando se deja de lado esa Luz, esa Vida, esa Caridad. Nosotros no podemos valernos por nuestras propias fuerzas. Necesitamos de otros que se decidan a seguir el mismo Camino, amar la misma Verdad y anhelar la misma Vida. A parte de aquéllos, necesitamos de quien es el Camino, la Verdad y la Vida: Dios, Cristo, Jesús, el Niño Dios que espera en un pobre pesebre.

Ese mismo Niño Dios cuida de cada uno de nosotros y nos despierta del letargo. Y la música vuelve a salir a escena, con Coldplay y con coros navideños, en mi caso. Sabe perfectamente qué nos gusta y nos llena de vida. Así prepara su encuentro con nosotros. Entonces escuchaba ese «…I am about to explode. Carry your world,  I will carry your world», y se empieza a ver de nuevo, a caminar con pasos seguros, a confiar de verdad. Porque hay Alguien que quiere cargar con tu mundo sin importar de lo que esté lleno, a Él no, lo llevará entre sus manos con delicadeza y amor. Más adelante otra canción y siguen sonando versos «…and sometimes in your eyes I see the beauty in the world (…) when I look in your eyes I forget all about what hurts», y se sabe dónde mirar para hacerlo con ojos nuevos, con una mirada pura, donde tú encuentras consuelo y los demás amor. Por último un coro que entona la canción «o magnum mysterium», y es tan sublime y bella que a uno le hacen reflexionar, adentrarse en su mundo interior y entender ese Gran Misterio en su vida. Hay que cambiar y se hará de la mano de ese Niño que espera en un pobre pesebre.

Cada Navidad es diferente. Es cierto que el Niño viene de nuevo a quedarse en tu vida. Eso sí, si le dejas. En ese caso sólo cabe decir, en palabras de san Juan Pablo II, «no tengáis miedo, abrid de par en par las puertas a Cristo». Pero de verdad. Y Navidad podrá ser cada día en tu corazón y reposar en tu alma.

¡Feliz Navidad!

14 respuestas a “«Oh, blanca Navidad»

Add yours

  1. Muchísimas gracias por una entrada tan rica, tan sugerente… Merece la pena leerla despacio para ir confrontando el contenido de cada párrafo con la propia vida… ¡Gracias!
    La referencia a la fidelidad me habla directamente de la Navidad porque, ¿qué es la Navidad sino la fidelidad de Dios para con cada una de sus criaturas?
    Sí, es posible arriesgarlo todo y saltar al vacío sin red porque Dios, haciéndose Hombre, lo hizo antes y sostiene cada uno de los riesgos que asumimos y los saltos que damos por Él.
    Sí, es posible perderse por veredas que, sólo aparentemente, carecen de sentido porque en esas veredas nos espera el Único que es capaz de dar sentido a cada uno de nuestros pasos componiendo un puzzle precioso con las piezas sueltas y a veces rotas de nuestra vida.
    Sí, es posible superar “excusas”, “planes alternativos”, “vocecillas sugerentes” y “debilidades” porque el Señor, con su gracia, tira para arriba con una fuerza arrolladora que sólo es capaz de frenar el “no” libre de sus criaturas.
    Sí, es posible el compromiso y, aún más, un compromiso para siempre. ¡¡¡Para siempre!!! ¡Qué vértigo nos da ese “para siempre” a los que hemos crecido bombardeados por un único mensaje repetido hasta la saciedad por voces de todo tipo! El mensaje de que ese concepto, “para siempre”, pertenece a épocas pasadas y que ahora todo es provisional. El “para siempre” se hace asequible a nuestra pobreza y precariedad porque el Verbo se encarnó gracias a un “sí” sin fisuras que podemos apropiarnos porque corresponde a nuestra Madre. Y, además, la misericordia de nuestro Dios nos hace intuir que ese es, precisamente, el camino de la verdadera libertad al tiempo que pone en nuestro corazón el deseo de seguir ese camino para experimentar que esto es verdad. ¡¡¡Es verdad!!! El “para siempre” nos hace libres si se lo damos a Él.
    Sí, es posible recorrer este camino apasionante porque contamos con la gracia de Dios que se derrama a raudales sobre cada uno de nosotros haciendo posible dar un paso detrás de otro y porque contamos con los hermanos. En especial con esos de los que la Providencia se sirve para orientar nuestros pasos, para indicarnos el rumbo a seguir cuando lo perdemos, para decirnos esa verdad sobre nosotros mismos que a veces ignoramos.
    Sí, la fidelidad es posible porque hay Navidad, porque Dios se ha hecho Hombre para enseñarnos a conducirnos como Él, el único fiel. La fidelidad es posible porque el que es fiel la sostiene.
    ¡¡¡Feliz y Santa Navidad!!! ¡¡¡Feliz y santa fidelidad!!!

    Le gusta a 1 persona

    1. Me he quedado con la boca abierta. ¡GRACIAS! Y bienvenida, Antonia. ¡Menudo GRAN comentario! Gracias a ti, con tus palabras bien podría hacerse una meditación (y no te creas que no la he hecho mientras lo leía). Dices sobre la entrada que «merece la pena leerla despacio para ir confrontando el contenido de cada párrafo con la propia vida», pues te digo lo mismo porque no se queda corta.
      Gracias por contrarrestar cada obstáculo que he descrito que dificulta la fidelidad con esas palabras tan profundas y ciertas. Llenan de esperanza y llegan justo a tiempo y directas al alma y al corazón. ¡Feliz Navidad y fidelidad!

      Me gusta

      1. Doy gracias a Dios por haberte encontrado Rocío. Seguimos unidas a través de la oración y de tu blog ;) El 2015 viene cargado de las sorpresas de Dios… Si estamos atentas, descubriremos maravillas… Un fortísimo abrazo.

        Le gusta a 1 persona

        1. Wow! Pues gracias a ti por meterte por la red de redes y llegar a parar aquí y hacer comentarios como el que me dejaste hace poco. Voy a empezar a rezar nominalmente por cada uno de los que os pasáis por aquí. ¡Feliz 2015! Y esperemos con manos y brazos abiertos esas sorpresas.

          Me gusta

          1. Gracias por esa oración, Rocío!!! Gracias de corazón. Yo también pido por ti. Te tuve presente de manera especial el día de Reyes. Les pedí dos cosas para ti: que hicieran de tu vida una peregrinación como la suya que sea testimonio para que muchos encuentren a Jesús y que le presentaran al Niño lo que escribes para que lo bendiga y dé mucho fruto en quienes te leemos. Así que, en esta ocasión, la ofrenda de SSMM no fue solo de incienso, oro y mirra ;) ¡¡¡Ánimo con esta maravillosa tarea!!! Estoy segura de que ayuda y ayudará a muchos para seguir avanzando en su búsqueda de la Verdad en pos de la estrella.

            Le gusta a 1 persona

            1. Eso sí que es rezar por alguien, ¡gracias! Qué cosas más bonitas pediste por y para mí. Incordia al Espíritu Santo para que así sea, para que el alma, corazón y mente estén en sintonía y poder seguir escribiendo cosas con sentido o… ¡locuras de Dios! Un fuerte abrazo.

              Me gusta

    1. Y cómo no aparecéis de nuevo por aquí. Muchas gracias por el interés, me encanta saber que lo que escribo aporta a otros. Sí, es diferente porque nuestro corazón tiene siempre necesidad del Amor aun haber recibido al Niño cada año.

      Me gusta

      1. Muchas gracias Rocío: todo lo que escribes está muy bien, es muy auténtico y sintoniza perfectamente con los planteamientos que tenemos en fearless!.

        Ya veremos más adelante si conseguimos colaborar en algún proyecto.

        Feliz Navidad

        Le gusta a 1 persona

  2. Efectivamente, la Navidad es una llamada a todos los Cristianos a dejar entrar a Dios en nuestra vida para que destruya en nosotros el hombre viejo, y haga nacer en nosotros el hombre nuevo capaz de amar sobre la muerte. «Pero de verdad», como bien dices, porque «hay tantas excusas, tantos planes alternativos, tantas vocecillas sugerentes, tantas debilidades»… Pero al final, -juzgo que todo es pérdida ante la sublimidad del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por quien perdí todas las cosas, y las tengo por basura para ganar a Cristo- (Filipenses 3, 8-9).

    -¡Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres en quienes él se complace!- (Lucas 2, 14). Y… ¡Feliz Navidad en la que nos ha nacido nuestro Salvador!

    Le gusta a 1 persona

    1. ¡Bienvenido, Mensajero! Gracias por tus aportaciones, me quedo con «destruya en nosotros el hombre viejo y haga nacer en nosotros el hombre nuevo» porque… ¡cuesta mucho! Eso si lo hacemos nosotros solos. ¡Feliz Navidad dentro de muy poco!

      Me gusta

Tu turno

Empieza un blog en WordPress.com.

Subir ↑