Una fuerte cadena de eslabones débiles

La frase que da título a esta nueva entrada fue inspirada por unas palabras leídas en el muro de Facebook de una amiga.

Aquéllas pusieron en marcha el pensamiento y éste llegó a la conclusión de que las personas necesitamos de alguien para complementarnos o, simplemente, para hacer más cosas de las que por nosotros mismos no realizaríamos.

Aparte, esta frase viene precedida por otra reflexión, la de la rutina o la repetición de actos. Cuando uno decide arrancar de raíz un vicio, necesita de otros o de pequeños actos que le lleven a renunciar a aquello y encaminarse hacia la virtud. Al igual que cuando uno quiere conseguir una virtud y vivirla en plenitud, acude a la rutina de ciertos actos que le lleven a adquirirla con mayor o menor esfuerzo (depende de cada persona, pero requiere siempre voluntad).

Los seres humanos somos débiles por naturaleza, tenemos un pequeño defecto que nos acompaña hasta el final de nuestra vida. A pesar de ello, el ser humano no renuncia a la buena vida y, con la ayuda y el ejemplo de los que le preceden, se hace fuerte, lucha con alegría y forma junto a ellos una fuerte cadena: la sociedad, la humanidad, la familia, el equipo… Tiene muchas acepciones, todas ellas válidas, porque allí donde haya unión entre las personas, hay cadena, hay futuro.

En cierto sentido es un alivio saber que a pesar de nuestra debilidad, manifiesta en cualquiera de sus formas, podemos mirar con esperanza hacia adelante. El requisito que se nos pide es querer dar ese paso, aceptar nuestra condición con alegría y mover nuestra voluntad hacia aquello que sabemos nos va a mantener en camino hasta el final.

Tu turno

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Empieza un blog en WordPress.com.

Subir ↑

A %d blogueros les gusta esto: