‘Connecting people’

Hace un tiempo vengo rumiando este tema en la cabeza. Emerge de nuevo cada vez que reanudo, comienzo o continúo una conversación con alguna persona. No deja de maravillarme cómo somos los seres humanos.

Desconozco si alguno ha realizado el siguiente juego que suelo hacer después de conocer gente nueva. Las reglas son las siguientes: retroceder en el tiempo e imaginarse a esa persona en su ciudad, rutina y vida antes de conocerla. Después, avanzar hasta el día en que la conoces, cómo se van sucediendo los hechos hasta el primer saludo. Más adelante, pensar cómo ha cambiado tu rutina con esa persona en tu vida. ¿Cómo hemos llegado al mismo punto geográfico dos personas tan diferentes o con pensamientos contrarios? Puede parecer una bobada pero es increíble cómo no podemos poner freno a las conexiones.

Me maravilla la capacidad de adaptación que tiene el ser humano para hacerse con todo lo que se le ponga por delante. La rapidez de formar un clima de confianza allí donde le lleven sus pasos. Su inmersión por completo en la cultura de otro país y llegar a ser uno más en cuestión de días. A su vez, me fascina cómo otras personas ponen su confianza en otras desde el primer instante. Compartiendo casa con extraños y haciendo a estos responsables del cuidado de sus familiares, hijos o conocidos.

¿Qué será aquello que permite esta conexión con las personas de una forma natural y que desprende tanta belleza? Es difícil describirlo pero el camino para llegar a ello no es otro que el del dialogo, la educación, la escucha, la apertura y el respeto. Quizás sean estos los valores que ayudan a la conexión entre personas de otras culturas, y quizás sean estos también los que se estén perdiendo en nuestros días si cada uno descuidamos crecer para adentro.