Postmortem

Un mes de la última publicación y tras haber saltado, entre otras, la regla de publicar cada once de mes, me presento de nuevo ante vuestras pantallas. Dicen que el verano suele ser un tiempo propicio para descansar del ritmo frenético de la vida, introducir una nueva rutina y aprender algo diferente como tocar un instrumento o practicar un deporte.

Ninguna de las opciones anteriores ha estado presente en estos días pero no por ello el verano ha dejado de ser verano. Dicen que el contacto con personas de otros lugares, con creencias diferentes, culturas que poco tienen que ver con la propia y costumbres nada costumbristas en nuestras vidas, abre la mente, ayuda a afrontar algunos asuntos de manera divergente y, lo que es más importante, nos muestran otros posibilidades en la vida.

Justo esto último es lo que ha estado presente en estos días y por ello este verano ha pasado a ser un verano diferente a otros. Cuando unos disfrutan en la playa o montaña (respeto a los dos), otros se levantan para, a su vez, levantar el país. Entre horas de trabajo quedan unas cuantas para descansar del ritmo frenético y unas pocas para mantener el contacto con la gente.

Entre esas pocas horas en contacto con las personas, los minutos se llenaron de acontecimientos, de historias diversas y experiencias nuevas. Esos minutos tomaron forma de horas llenas de oportunidades y caminos por trazar. Las horas se convirtieron en días de una cuenta atrás que comenzó a rodar desde el primer segundo en contacto con los amigos, familiares y conocidos.

Esa cuenta atrás tiene su fin dentro de unos pocos días (con sus segundos, minutos, horas… ¿valoráis cada unidad? Hay mucho en ellas). Y el que avisa no es traidor. Postmortem no hace alusión a la muerte de este blog (acaba de nacer, todavía le queda mucho por ver) sino al cambio de tuerca del mismo. Enfermo no está, simplemente dejará de latir como de costumbre y lo hará con una frecuencia menor. El órgano que le da vida va a alimentarse de otro tipo de células y no sabe cómo será la transmisión de las mismas.

Eso quiere decir que recibiréis latidos una vez al mes desde otro punto geográfico y quizás con otra perspectiva. Todo dependerá de las facilidades que dé la vida, las personas y costumbres de allí. En cualquier caso, como se dejó escrito en Érase una vez al inicio de la andadura en WordPress «daré rienda suelta a las palabras, eso está prometido y asegurado».

¡Feliz fin de vacaciones e inicio de curso!
Me despido como lo haría una amiga: ¡Nos leemos!

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