«Come un pittore»

De repente una borrachera de sabiduría cayó en mis manos,  es curioso, sin proponerlo ni quererlo apareció sin previo aviso.

Verdad es que sabía de sus pasos, él rondaba por ahí (quizás me estuviera vigilando él a mí)… Sea como fuere, fue empezar a pronunciar mentalmente sus primeras palabras y no dejar de hacerlo unos pocos días después.

Su lectura ha sido como ver pintar un cuadro a un profesional del arte del pincel, no sé si lo habéis hecho alguna vez (os lo recomiendo, aunque sea a través de nuestro querido amigo youtube). 

El artista toma posesión del pincel y el mando de la acción, y poco a poco va desvelando la obra maestra que tiene en su mente; lo hace con movimientos lentos, pinceladas suaves, respiración controlada, tranquilidad pasmosa y colores armónicos.

De igual modo lo hace el escritor de «Para siempre«, perdón escritora, me cuesta creerlo, pues encarna muy bien la figura del protagonista, un hombre llamado Matteo.  Cada página tiene una enseñanza, quizás no soy objetiva y dependa de quién lo lea, pero por algo se dirá que «ha conmovido a más de quince millones de lectores…»