«No tengáis miedo…»

Juan Pablo II, para quienes no les conozcáis es Karol Wojtyla, polaco. Fue Papa durante veintisiete años, en todo ese tiempo vimos una persona humana con reflejos divinos.

Aquí una bonita historia.

Conozco una chica que gracias a este Papa (y a otras cosas más) se paró a pensar qué estaba haciendo con su vida y entonces, cambió. No os penséis que era una chica diferente a otras, era normal pero se manifestaba católica y practicante. Sólo hay un pequeño matiz en esto último, resulta que muy practicante no era aunque externamente lo manifestara (el mundo-vida interior existe y ¡vaya si lo descubrió meses después!).

A partir de los 16-17 años se dio cuenta de que algunas cosas que iban pasando a su alrededor (gente nueva que había conocido, campamentos de verano, viajes, una compañera de clase también practicante y defensora de su religión caiga quien caiga, la venida del Papa BXVI a Valencia en el 2006…) le iban acercando poco a poco a una realidad más atrayente…

En casa de esta chica su familia, más bien sus padres, seguían todo lo que pasaba en la Ciudad del Vaticano, y su madre era una fiel seguidora de Juan Pablo II y por ella, esta chica le cogió mucho cariño y afecto. Así que ella también le iba siguiendo los pasos aunque no en primera fila sino más bien, sabiendo que estaba ahí pero sin escucharle de verdad y hacer vida sus consejos y palabras.

Poco o poco se iba acercando la muerte de JP II, el 2 de abril de 2005, y esta chica conoció a unas personas que le hicieron cambiar de vida gracias a la vida que llevaban (no era otra cosa que vivir según sus principios, creencias, teniendo coherencia de vida que tanto echaba de menos y anhelaba ella). Al fallecimiento del Papa le invitaron a ir a su funeral en un viaje express, quiso ir, pero a sus padres no les parecía bien el plan tan “pensat i fet”, así que lo vivió todo desde su casa.

Y entonces llegó el 2 de abril, esta chica siguió las noticias hasta que ya no aguantó más y fue directa a su cuarto, buscando en la intimidad las palabras de este Papa en Internet. ¡Fue la primera vez que leía escritos de él y de gente sobre él! Muchas fotos del Papa iban pasando por sus ojos y éstos poco a poco empezaron a dejar caer pequeñas lágrimas. Ahora sí que había tocado fondo, esta chica se sintió mal de verdad, no era un enfado, era algo mucho más profundo. Dos meses después, en junio, haría su viaje de Fin de Curso a Roma y por no hacer esperar a sus amigas no fue a ver la tumba de este querido Papa…

¡Lo que más le impresionó! Que miles y miles de personas no tenían miedo de manifestar sus sentimientos, convicciones delante de todos y el mundo, porque lo que es auténtico nadie lo cuestiona. Durante los días previos al funeral ella sabía, viendo a toda esa gente, que debía estar allí…JP II le tenía guardada una oportunidad, así dos años después, abril de 2007, esta chica volvería a Roma de convivencia de Semana Santa, y el 2 de abril (2º Aniversario) acudió por fin a la tumba de JP II, allí hizo como todo el mundo: se arrodilló a rezar delante de él.Y se contuvo las lágrimas mientras por dentro iba diciéndole perdón por muchas cosas y le prometió que a partir de ese momento iba a retomar su vida y a querer al nuevo Papa (BXVI) por él y también porque es lo que tenía que hacer. Fueron apenas 5-10 minutos, pero valieron la pena.

Esta es la imagen que se llevó del Papa, siempre junto a la Cruz, siempre en actitud de oración, de perdón por los pecados de todos… Nunca se le olvidarían esas imágenes que son lo único que le quedan junto a los muchos vídeos que existen de él de todos sus viajes. Esta chica entonces me dijo que se lamentaba de no haber tenido la oportunidad de conocerle en persona, verle en directo… Ahora quiere recortar el tiempo perdido y va a acompañar a BXVI siempre que pueda. Primera ocasión: en la JMJ.

¡SANTO, YA!

Esa chica soy yo.

 

3 comentarios sobre “«No tengáis miedo…»

Agrega el tuyo

  1. ¡¡M-A-G-N-I-F-I-C-O!!

    Que curioso ¿no?. Me fascina realmente, el hecho de que nosotros mismos creamos que nuestra vida es tan pequeña y con tan poco significado y luego, mira, esa vivencia tan pequeña, cambia radicalmente la vida de la otra persona…

    Me quedo con lo mejor de esta lectura «una persona humana con reflejos divinos». Cuanto queda por aprender de los santos. Cuanto enseñan y transmiten, aún después de dejar este mundo.

    De nuevo muchas gracias por compartir tu historia y por tus palabras. ¡Sigue así! Sigue transmitiendo, esa misericordia, ese amor, esas vivencias, que cambian la vida de otros.

    ¡Siempre a mejor!

    Le gusta a 1 persona

    1. ¡Sí que es curioso! También me fascina que de algo aparentemente pequeño salga una cosa tan grande; y lo mismo de una persona aparentemente sin mucha notoriedad lo que llega a influir a otras en su vida. Tienes razón, anónimo (¡revélate! Al menos nombre de pila), de las santos queda mucho que conocer, son nuestros guías más cercanos para seguir cerca de Jesús. Aunque biografías y películas no muestren las tentaciones, derrotas, caídas y dificultades que pasaban, ¡son iguales a nosotros! Y nosotros somos los futuros santos, no se trata de llevar una vida inmaculada sino de vivirla con Jesús y parecerse a Él: es decir, levantarse siempre e ir de la mano de Dios Padre.

      Me gusta

Tu turno

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Empieza un blog en WordPress.com.

Subir ↑

A %d blogueros les gusta esto: